Un día del montón

Publié le par culturesp

Nada más un ojo abierto, el hombre ya tenía ganas de inyectarse una dosis. No lograba levantarse porque se había pasado la noche emborrachándose, y ahora luchaba contra la resaca y un atroz dolor de cabeza. Sin embargo, debía darse prisa para llevar a cabo su proyecto. Con mucha voluntad, por fin se arrancó de su cama y fue a lo que le servía de cuarto de baño para echarse agua en la cara. Como estaba mareado, buscó su nieve para aliviarse. No quería desayunar, la comida le daba asco. De todos modos, no quedaba nada de comer.

Al darse vuelta, algo le llamó la atención: en la mesa grasienta entre los desperdicios, las botellas medio vacías y los ceniceros que vomitaban colillas y cenizas, desprendiendo un olor que rechazaría hasta las ratas más atrevidas, un paquete lo esperaba...

 

Anaïs, Coralie, Elisa, Léa, Laura, Loreleï y Marion

Publié dans Literatura

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